1. f. Estado del alma limpia de culpa.
2. f. Exención de culpa en un delito o en una mala acción.
3. f. Candor, sencillez.
Así define la Real Academia Española la palabra inocencia. Un “estado del alma” que añoramos sabiendo lo delicioso que es sabernos libres de culpa, y por tanto inocentes delante de un crimen, pero también sabiendo lo sabroso que resulta creer candorosamente en superhéroes, en fuerzas poderosas o incluso disfrutando de lo rico que es comernos, de vez en cuando, un mito, una leyenda y hasta un cuento chino.
Creemos que la inocencia es cosa de niños, como las chuches, pero no. Siempre hay algo en qué creer esperándonos a la vuelta de la esquina. Porque queremos creer y necesitamos creer. Aunque a veces sea solo para vernos en la situación de confrontar dichas creencias y entonces hacernos más fuertes ¿o más humanos? Abrazados a ellas.
Pensando en la múltiples acepciones de la inocencia (que por un lado tiene que ver con culpa, pero por otro, con candor y también con ilusión) apelamos al lenguaje de las gominolas para propiciar tensión.
Recordemos, para comenzar, que la gracia de las chuches está en la simpatía con la que deconstruyen la realidad (confrontando sabor y forma) y en la facilidad con la que se ganan la complicidad del otro. Cualquiera se comería una fresa verde con sabor a piña. ¿Qué pasaría, sin embargo, si hiciéramos una gominola literal?- Es decir, una gominola en la que el color, la forma y el sabor coincidieran. Así nació nuestra “Gominola de vaca”, tenía cara de res, color de caldo de res y sabor a caldo de res.
De un bocado, rompía la inocencia con la que normalmente se disfruta de un dulce, encarnando el momento en el que la ingenuidad de creer en Santa Claus, dietas milagrosas o rankings culinarios choca con la realidad, manchando de culpa las manos y las bocas de quienes rompieran con el encanto de la ilusión.
INOCENCIA
Santa Claus se llama Antonio
El último tren se ha marchado
Papá no está de viaje (volverá en cinco años y un día)
Las dietas milagro no existen
Ni tampoco el hombre araña
Esa arruga va a quedarse
Mañana es otra vez lunes
No hay chicles de sabor eterno
El dinero no da felicidad
Ni la felicidad, dinero
La abuela no está dormida
Lo que no te mata, te deja hecho un asco
La lotería les toca a otros
El tiempo no lo cura todo
Más allá no hay casi nada
Sí, te estás quedando calvo
El verano va a acabarse
La banca siempre gana
La vejez no tiene ventajas
Ilsa no se irá con Rick
Hay males que duran cien años
A la tercera no va la vencida
Tras la tormenta, no siempre llega la calma
Mañana tendrás resaca
Esa chica quiere a otro
Tu príncipe azul es marrón
Y esta gominola es de vaca
Como la de fresa
Como la de plátano
Como todas las demás
Los ositos
Las moras
Las monedas con las que juegas a pagar
Pero, si decides comértela,
Olvidarás todo esto
Conservarás la inocencia
A cambio de lo que sabes
Con el deseo de ampliar nuestra colección de inocencias rotas y por la diversión que este juego nos causaba, animamos a nuestros seguidores a que nos compartieran la suya.